Chema prado y marisa paredes: una pareja en torres blancas

Contenido
  1. Un espacio mágico con elementos personales
  2. La conexión con Torres Blancas
  3. Lecciones de decoración inspiradoras

Marisa Paredes, reconocida actriz española, y Chema Prado, ex director de la Filmoteca Nacional e interiorista de formación, son una pareja que ha encontrado en Torres Blancas, un icónico edificio de Madrid diseñado por Sáenz de Oíza, un refugio muy especial. En este artículo, exploraremos su conexión con este lugar y descubriremos algunas lecciones de decoración que podemos aprender de su hogar en este emblemático edificio.

Un espacio mágico con elementos personales

El apartamento que comparten en Torres Blancas cuenta con 120 metros cuadrados y ha sido conservado en su estado original. Aunque su residencia principal se encuentra en otra zona de Madrid, este lugar sirve como su segunda vivienda y también como despacho. El centro de atención de este espacio es un amplio salón desde el cual se accede a la cocina y dos dormitorios con baño en suite, uno de los cuales ha sido convertido en una oficina.

En cada rincón de este hogar, se puede apreciar la personalidad de la pareja, no solo a través del diseño de interiores, sino también por la gran cantidad de elementos que reflejan su vida personal y artística. Dibujos, pinturas y fotografías regaladas por amigos como Bigas Luna, Pedro Almodóvar y el escultor Robert Graham conviven con retratos de arquitecturas y celebridades capturados por Chema Prado a lo largo de su carrera. Estos elementos crean una atmósfera única y llena de significado en cada espacio de su hogar.

La conexión con Torres Blancas

Torres Blancas ha sido un lugar especial para Marisa Paredes desde 1983, cuando conoció a Chema Prado. Él alquiló un apartamento en la planta 21 del edificio y desde entonces se han sentido atraídos por su arquitectura y su historia. Durante su estancia en el edificio, disfrutaron de momentos únicos, como la existencia de un restaurante en la última planta al que ocasionalmente pedían que les prepararan la comida y les llegaba a través del montaplatos. Estos recuerdos mágicos se han convertido en parte de la historia personal de la pareja en Torres Blancas.

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Lecciones de decoración inspiradoras

El hogar de Chema Prado y Marisa Paredes en Torres Blancas nos enseña varias lecciones de decoración que podemos aplicar en nuestros propios espacios. Una de las lecciones más importantes es la importancia de conservar los elementos originales de un lugar, como lo ha hecho Prado en este apartamento. Él ha mantenido los sanitarios, la cocina y otros elementos arquitectónicos tal y como fueron diseñados, respetando el trabajo de los creadores.

Otra lección que podemos aprender es la incorporación de elementos personales y artísticos en la decoración. La pareja ha utilizado regalos de amigos, como dibujos, pinturas y fotografías, para crear una atmósfera única y llena de significado en su hogar. Estos elementos añaden personalidad y calidez a los espacios, convirtiéndolos en lugares acogedores y llenos de historia.

chema prado y marisa paredes - Quién vive en las Torres Blancas de Madrid

Además, la pareja ha sabido combinar diferentes estilos y objetos en su decoración, creando un ambiente ecléctico y lleno de vida. Desde estanterías de hierro encontradas en Nueva York hasta souvenirs de viajes, han logrado crear una mezcla armoniosa de elementos que representan sus gustos y experiencias.

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Chema Prado y Marisa Paredes han encontrado en Torres Blancas un refugio mágico en el que han creado un hogar lleno de personalidad y significado. Su conexión con este icónico edificio se refleja en cada rincón de su apartamento, donde elementos personales y artísticos conviven en armonía. A través de su decoración, nos enseñan la importancia de conservar elementos originales, incorporar elementos personales y crear ambientes eclécticos. Sin duda, su hogar en Torres Blancas es un ejemplo inspirador de cómo la decoración puede reflejar nuestra historia y personalidad.

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