Torre de la parada: tesoro artístico en el museo del prado

Contenido
  1. Origen y construcción de la Torre de la Parada
  2. La colección de pinturas de la Torre de la Parada
  3. La importancia de la Torre de la Parada en la historia del arte
  4. La Torre de la Parada en el Museo del Prado

La Torre de la Parada es uno de los tesoros más valiosos del Museo del Prado. Este edificio, ubicado en los montes de El Pardo, a las afueras de Madrid, fue en su momento una residencia de caza para los monarcas españoles. Construido en el siglo XVI, el edificio ha sufrido transformaciones a lo largo de los años y alberga una increíble colección de pinturas flamencas y españolas.

Origen y construcción de la Torre de la Parada

La Torre de la Parada fue construida entre 1547 y 1549 por el arquitecto Luis de Vega, por encargo de Felipe II. Originalmente, era un pabellón de caza de marcada verticalidad, realizado en mampuesto y ladrillo. En los años treinta del siglo XVII, Felipe IV emprendió una importante transformación arquitectónica y decorativa del edificio, llevada a cabo por el arquitecto real Juan Gómez de Mora.

Gómez de Mora rodeó los dos primeros cuerpos de la Torre con una edificación, utilizando también el ladrillo y la mampostería. Esta intervención transformó el edificio en uno de los lugares más coherentes y decorativos de la corte española en ese momento. Además de la remodelación arquitectónica, se encargó a destacados pintores de la época una serie de pinturas que adornarían las paredes de la Torre.

La colección de pinturas de la Torre de la Parada

La Torre de la Parada albergaba una impresionante colección de pinturas, la cual se describe en un inventario realizado en 1700, tras la muerte de Carlos II. Este inventario menciona un total de ciento setenta y seis pinturas, la mayoría realizadas por artistas flamencos y españoles.

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En la Torre se encontraban numerosas series temáticas, que reflejaban el carácter campestre, cinegético y cortesano del lugar. Entre estas series, destaca un gran ciclo de historias mitológicas, representaciones de animales, retratos de miembros de la familia real, escenas de cacerías y obras religiosas que decoraban el oratorio.

Uno de los conjuntos más importantes de la colección de la Torre de la Parada es el formado por cincuenta y dos cuadros de escenas mitológicas, encargados al prestigioso pintor flamenco Rubens. Estas pinturas, realizadas entre 1636 y 1639, son consideradas algunas de las más importantes de la carrera del pintor y se conservan en el Museo del Prado.

torre de la parada museo del prado - Dónde estaba la Torre de la Parada

Además de las pinturas de Rubens, la Torre de la Parada albergaba obras de otros destacados artistas, como Cornelis de Vos, Jacob Peeter Gowy, Erasmus Quellinus, Jacques Jordaens, entre otros. Estas pinturas representaban relatos que aparecen en las Metamorfosis de Ovidio, y se desconoce el hilo conductor que unía a todas ellas, más allá de su temática mitológica común.

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La importancia de la Torre de la Parada en la historia del arte

La Torre de la Parada y su colección de pinturas son testigos de la importante actividad artística generada por Felipe IV en los años treinta del siglo XVII. Este fue el momento de mayor esplendor de la cultura cortesana en España, y la Torre de la Parada refleja la riqueza y diversidad de historias que albergó en su modesto edificio.

La serie de pinturas mitológicas de Rubens, junto con las obras de otros destacados artistas, convierten a la Torre de la Parada en un punto de referencia para la historia de la pintura flamenca y española de esa época. Además, la torre y su colección revelan la extraordinaria capacidad imaginativa y narrativa de Rubens, así como la calidad artística de los pintores que contribuyeron a la decoración de este lugar.

La Torre de la Parada en el Museo del Prado

Aunque la Torre de la Parada apenas conserva restos en su ubicación original, su legado artístico perdura en el Museo del Prado. Las pinturas que adornaban sus paredes son ahora parte de la colección permanente del museo, y se pueden admirar en las salas dedicadas a la pintura flamenca y española del siglo XVII.

La Torre de la Parada es un testimonio de la importancia de la caza y la naturaleza en la cultura española de la época, así como de la pasión por el arte y la belleza que caracterizó a los monarcas españoles. Su colección de pinturas es un verdadero tesoro que nos transporta a la vida cortesana de aquel tiempo y nos permite apreciar la maestría de los artistas que contribuyeron a su decoración.

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