Retrato de los duques de osuna y sus hijos en el museo del prado

Contenido
  1. La familia retratada
  2. Influencias artísticas
  3. El legado de los Duques de Osuna

En el Museo del Prado se encuentra una obra de gran importancia histórica y artística: el retrato de los Duques de Osuna y sus hijos, pintado por Francisco de Goya. Esta pintura, realizada en 1787 o 1788, representa a Pedro de Alcántara Téllez Girón, duque de Osuna, su esposa María Josefa de la Soledad Alonso-Pimentel y sus cuatro hijos.

La familia retratada

La obra muestra a Pedro de Alcántara Téllez Girón, de unos treinta y dos o treinta y tres años, recién heredado el título de duque de Osuna tras la muerte de su padre. Su esposa, María Josefa de la Soledad Alonso-Pimentel, de unos treinta y seis años, también aparece en el retrato. Ambos ostentaban varios títulos nobiliarios, como los de duquesa de Gandía y condesa-duquesa de Benavente.

Los cuatro hijos de la pareja también son retratados en la obra. De derecha a izquierda, aparecen Josefa Manuela, con casi cinco años; Joaquina, con tres años, quien en el futuro sería marquesa de Santa Cruz; Francisco de Borja, con dos años, destinado a heredar el título de su padre; y Pedro de Alcántara, con pocos meses de edad en el momento del retrato.

En la composición del cuadro, Goya destaca la jerarquía social de los hombres y la categoría de la duquesa. El duque viste el uniforme militar azul oscuro correspondiente a su rango como brigadier, mientras que los hijos varones señalan su futuro como caballeros y grandes señores a través de sus juguetes.

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Influencias artísticas

En la realización de este retrato, Goya se inspiró en las obras de otros artistas de renombre. Siguiendo la influencia de Anton Raphael Mengs, organizó el grupo familiar en forma de pirámide y varió las posturas de los retratados. Sin embargo, también se puede apreciar la influencia de Diego Velázquez en la configuración del espacio ambiental, utilizando luces y sombras para definir las paredes y el suelo sin necesidad de dibujarlos.

Además, Goya añadió su toque personal de animación a la obra, con la postura ligeramente inclinada del duque, la mirada intensa de los niños y la presencia de dos perros en primer plano. Esta animación distingue el retrato de los Duques de Osuna y sus hijos de otras obras similares de la época.

El legado de los Duques de Osuna

La familia de los Duques de Osuna dejó un importante legado en la historia de España. La Casa de Osuna, originaria de la Corona de Castilla, adquirió gran importancia y riqueza a lo largo del siglo XIX, convirtiéndose en la casa nobiliaria más importante del país. En su descendencia se reunieron veinte grandezas de España y numerosos títulos nobiliarios.

María Josefa de la Soledad Alonso-Pimentel, duquesa de Osuna, también dejó su huella en la sociedad de su época. Fue una figura destacada del movimiento ilustrado, cultivando las artes, las ciencias y la literatura. Además, destacó por su trabajo en la reivindicación de los derechos de la mujer y por su labor social en favor de la educación y el empleo de las mujeres.

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El retrato de los Duques de Osuna y sus hijos en el Museo del Prado es una obra de gran valor histórico y artístico. A través de esta pintura, podemos conocer a una de las familias más importantes de la nobleza española en el siglo XVIII y apreciar el talento y la influencia de Francisco de Goya en el campo del retrato. Además, nos permite adentrarnos en la vida y el legado de la duquesa de Osuna, una mujer adelantada a su tiempo y defensora de los derechos de la mujer en la sociedad ilustrada.

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